Vía Crucis
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     Devoción cristiana de recorrer entre plegarias y recuerdos evangélicos los puntos principales del traslado de Jesús condenado a muerte desde el tribunal de Pilatos al Calvario.
    La piedad cristiana, la literatura, el arte, que vienen desde la Edad Media en esta práctica, aunque es probable que se remonte a los prime­ros cristianos, suele poner 14 estaciones o recuerdos sobre los pasos de Jesús camino del Calvario.
    Estos pasos, o "estaciones", han varia­do con el tiempo. De forma muy genérica se habla del camino hacia el Calvario en documentos antiguos, como en el relato que la peregrina "Eteria" (mujer, acaso monja, del siglo IV y procedente de Ga­licia). Y de manera más concreta, en los manuales con plegarias dife­renciadas que ya existían en el siglo XVI y XVII, siglos en los que el arte pictórico e imaginero realiza sus mejores obras.
    Las estaciones se suelen apoyar en textos evangélicos, aun cuando algunas de ellas (6 de las 14) responden más a la imaginación piadosa que a las referen­cias bíblicas. Las clásicas, en las que desde el siglo XIV se unifica el viacrucis en la Iglesia occidental, son:

   1. Jesús condenado a muerte.  (Mt. 27.26; Mc.15.15; .Lc.23.45;  Jn. 19.16)
   2. Jesús carga con la cruz   (Jn. 19.17)
   3. Primera caída. (Tradición)
   4. Encuentro con su madre. (Tradición piadosa)
   5. El Cireneo ayuda Jesús.   (Mt.27.32. Mc.15.21; Lc.22.26)
   6. La Verónica enjuga el rostro.   (Tradición: santa faz)
   7. Segunda caída. (Tradición)
   8. Consuela a las mujeres.   (Lc. 23.27-31)
   9. Tercera caída. (Tradición)
 10. Jesús despojado de los vestidos.  (Mt. 27.35; Mc.15.24; Jn.19.23)
 11. Jesús es clavado en la cruz.   (Mc.15.24; Lc.23.33; Jn.19.18)
 12. Elevada la cruz y muerte (Mt. 27.50; Mc.15.37; Lc.23.46;  Jn. 19.30)
 13. Jesús en brazos de su Madre.   (Tradición)
 14. Jesús es llevado al sepulcro.   (Mt. 27.60; Mc. 15.46; Lc. 23.53;  Jn. 19.42)

   Aunque la devoción es muy antigua, fue en el siglo XVII cuando, tal vez como reacción antiprotestante, los Papas la fueron enriqueciendo con indulgencias y beneficios espirituales: Clemente II el 3 Abril de 1731 reguló y estimulo con indulgencias y condiciones su ejercicio. Benedicto XIV el 10 de Mayo de 1742 determinó nuevas indulgencias.
   Algunas Ordenes e Institutos religiosos tomaron con especial ahínco la extensión de esa devoción, como fue el caso de los Franciscanos desde el siglo XV y de los Redentoristas y Pasionistas en tiempos posteriores. (Ver Pasión)